domingo, enero 13, 2013

Briosos y leales, el lugar donde el caballo reina

En ‘Brío Natural’ los que mandan tienen ojos profundos y andan a cuatro patas, ahí el caballo es el rey.

Armonioso. La convivencia entre hombres y caballos es casi perfecta, mostrando que nuestros antepasados, quienes iniciaron la relación hace más de 5 mil 500 años, no estaban equivocados. Foto: Vanguardia/Joel Barrera


  • Saltillo.- Un majestuoso animal galopa por la arena montado por un experto jinete. Apenas tiene los dos años y medio cumplidos, sus dueños buscan que se convierta en una estrella de rening (una suerte de charrería vaquera perfeccionada en los Estados Unidos), por lo que lo han dejado en la mejor escuela de entrenamiento ecuestre en la región, la del susurrador de caballos David Alonso Alemán.
    Desde hace siete años el entrenador abrió “Brío Natural”, un espacio creado exclusivamente para las artes ecuestres, donde se educa y entrena a decenas de caballos cada año.
    Pero para Alonso el trato de los caballos va más allá de eso, año con año ha ido incorporando técnicas  dedicadas a que los equinos tengan la mejor atención y que ellos sean de ayuda para que las personas mejoren su calidad de vida.
    Mientras el caballo acaba su entrenamiento, el pelo de su crin y cola brilla bajo el intenso sol, el cuidado que se tienen hasta el último detalle con cada uno de los animales es patente.
    “Para nosotros, el cuidar a los caballos es lo principal. Siempre busco estar trayendo gente que nos capacite en todos los temas”.
    Cada uno de los caballos es diferente, todos requieren atención especial, reconoce Alonso, en especial en su salud.
    Durante la tercera semana de diciembre un grupo de los mejores médicos veterinarios zootecnistas especializados en caballos del país estuvo en Saltillo, cada uno de ellos enamorado de su profesión, cada uno dedicado a dar lo mejor por la salud de los equinos de la cabeza a las patas.
    El amor que estos hombres profesan por cada uno de los animales que tienen es notorio, cuidarlos y darles la mejor calidad de vida parece vital para ellos.
    David Alonso lo sabe mejor que nadie, su relación con ellos no se resume a la de un dueño que entrena a sus caballos, él convive todos los días, los escucha, habla con ellos.
    El “susurrador de caballos”, oficio que incluso inspiró a una película protagonizada por Robert Redford (The Horse Whisperer 1998), tiene una estrecha unión con los equinos y eso lo empuja a buscar que cada vez más personas se vuelvan conscientes de la necesidad que tienen de tener cuidados en cada una de las áreas.
    “Ellos son animales gregarios, su convivencia se marcó hace cientos de años, su grupo es lo que los vuelve más fuertes”. Esa misma unión, ahora perdida en nuestra sociedad actual, es la que hace que cabalgarlos o usarlos como bestias de carga, sea el mínimo de sus beneficios.
    Existen terapias y tratamientos en la que el uso de estos animales se vuelve de gran ayuda, y son precisamente esas técnicas las que Alonso buscará seguir implementando para el bien de las personas.
    "Yo seguiré luchando porque más jinetes, dueños y veterinarios acudan con nosotros; que sepan que los caballos merecen la atención para cada uno de sus problemas”.
    "La vida sería mucho más fácil si tomáramos el ejemplo de los caballos, unidos como grupo, trabajando a favor del otro sin importar tamaños, condiciones o razas”. Alonso Alemán, entrenador.
  • Fuente: Carlos Oswaldo Orta

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